Acerca de
Conozca al personal de la CEAC - Triahnna Miles
¿Qué le trajo a la CEAC y háblenos de su cargo actual?
Como adulta y madre de dos niños con discapacidad, he sido mi voz y la de mis hijos. niños, durante más de 15 años. Como profesora de educación especial, fui la voz de esos niños y de sus padres. Siempre he querido ayudar a otros a encontrar su voz. Quiero ayudar a los padres y a los niños con discapacidad a conocer y comprender sus derechos.
¿Por qué le gusta formar parte de la CEAC?
Aceptación, afirmación y defensa. La CEAC tiene los tres componentes y crea un entorno de trabajo flexible y de apoyo.
¿Cuál es el acto más memorable al que ha asistido con la CEAC?
El primer día me conecté por primera vez a mi correo electrónico. Recibí más de 10 correos electrónicos individuales de bienvenida. No era un hilo de correos electrónicos "de grupo" al que todo el mundo respondía. Eran correos individuales de colegas de la organización dándome la bienvenida y diciéndome lo emocionados que estaban de trabajar conmigo, lo mucho que esperaban colaborar conmigo y lo valiosa que era. Lloré, porque hacía tiempo que no me sentía querida ni valorada en un lugar de trabajo.
¿Qué le mantiene motivado e inspirado?
La información que estoy aprendiendo sobre la ley de educación especial, los derechos civiles, las familias que han sufrido las injusticias que yo he sufrido y la oportunidad de ayudarlas, tranquilizarlas, orientarlas y educarlas.
¿Qué consejo le gustaría dar a los padres con los que trabaja?
No te rindas.
Cuéntenos algo más sobre su vida fuera de la CEAC.
Soy esposa de un veterano del ejército discapacitado, madre de dos hijos y orgullosa miembro de la hermandad Zeta Phi Beta, Incorporada. Oficialmente soy patinadora del Fayetteville Roller Derby, pero me sigue encantando patinar. Me encanta la comida, las artes y la lectura.
Una cosa que quizá la gente no sepa de mí...
Una cosa que quizá la gente no sepa de mí es que soy originaria de Alaska. Echo de menos la nieve, los maravillosos paisajes, la aurora boreal y el Turtle Club (¡la mejor costilla de la historia!). Echo de menos los contactos y la camaradería que tenía con la gente.